Estudios recientes afirman que en los últimos catorce a doce años el teléfono inteligente se ha transformado en prácticamente un aparato indispensable por hacer más prácticas y fáciles nuestras vidas, en vista de que, en cualquier momento y lugar nos comunicamos a través de el, podemos llevar nuestra agenda, tener acceso al correo electrónico, a las redes sociales, a una infinita fuente de información como es el internet, a la actualización mundial, a ver vídeos, escuchar música, hacer fotos y un sinfín de cuestiones más, estableciendo que vaya en aumento el número de personas que cada año adquiere un ejemplar. Sin embargo, el uso exagerado tiene sus consecuencias negativas, dado que al tornarse excesivo y no racional puede ocasionar problemas de dependencia, una gran ansiedad, miedo, angustia e insomnio, entre otras cosas en la persona que permanece cierto período de tiempo sin poder usar su celular por perdida, no poder tenerlo al alcance, haberse agotado la batería o el plan de datos, imposibilidad de conectarse a una red wifi, falta de señal, y otras razones más. Esta problemática identificada por primera vez en el año 2008 se ha denominado NOMOFOBIA (non-mobile-phone-phobia) o (fobia a estar sin móvil), cuyo primer estudio realizado en Inglaterra le dio una voz de alarma al gobierno británico, desarrollando un marcado interés en realizar investigaciones sobre qué causa incertidumbre en este tipo de usuarios. Por su impacto a nivel de la salud integral del individuo, por su repercusión negativa en varios aspectos de la vida como son, los estudios y el trabajo por la constante incapacidad de concentración y frecuentes distracciones que provocan y, a nivel social por verse afectadas las relaciones e interacción con allegados y otros individuos, causando distanciamiento y aislamiento del entorno, ha sido incluida dentro de las “nuevas enfermedades del siglo XXI”.
Perfil del Nomofóbico.
De acuerdo al estudio realizado en el año 2011 en el Reino Unido por la oficina de correos británica Royal Mail, en relación a la edad dentro de la población hábil para el uso de estos aparatos, esta fobia no discrimina, pudiendo desarrollarse en “cualquier momento”, aunque los adolescentes están dentro del grupo de los más vulnerable, por ser una etapa en donde existe la inquietud de descubrirse a sí mismos y por poseer un alto conocimiento de la tecnología. Otra de las características identificadas es la carencia de identidad propia, bajos niveles de tolerancia a la frustración y una autoestima no sana, creando una alta necesidad de aceptación y atención por parte del mundo cibernético. Regularmente la persona afectada niega el hecho de sufrir esta referida dependencia, justificando que la misma es producto de la necesidad de estar al pendiente del trabajo, los estudios, la pareja, la familia, compañeros de trabajo o los amigos. La inseguridad personal es otra razón, al referir vulnerabilidad, soledad, aislamiento e incertidumbre al no poder estar localizado o con facilidad de acceso a una llamada o mensaje. Esta descripción define a un individuo con elevadas posibilidades de afección de las relaciones interpersonales y pérdida de la empatía, en donde irónicamente es más importante, la aceptación y atención social a través de la pantalla del celular y no de la vida real y relaciones tangibles.
ZOOM
Con la Nomofobia existen otras tecnopatías o enfermedades tecnológicas, como la FOMO (Fear Of Missing Out) o angustia a perderse algo importante en las redes sociales, la Vibración fantasma, creer que el móvil envía una alerta que no se ha producido, la Apnea del WhatsApp o comprobar de manera compulsiva mensajes nuevos, entre otras más.
Preguntas frecuentes
¿Qué puede causar la nomofobia?
La existencia de este miedo puede estar vinculada con la adicción a la tecnología en lo que a celulares respecta, por tener y sentir una necesidad “constante” de revisar cada mensaje, alerta o sonido que este genera.
¿Cómo podemos identificar que padecemos de este trastorno o alguien de nuestro entorno?
Por el incremento de la necesidad de estar conectados y proporcionalmente con ella, los niveles de ansiedad y estrés, notando en ocasiones «vibraciones del teléfono que no existen”, evidenciándose paradójicamente, que mientras más lo usan más dependientes se tornan aumentando la incertidumbre en vez de aliviarla. Dedicándole cada vez más tiempo y restándole a los estudios, el trabajo, los pasatiempos, la socialización con la pareja, familiares y amigos.
¿Cuáles alteraciones conductuales pudieran evidenciar la presencia de este trastorno?
Una demanda fuera de lo inusual del teléfono celular, tener dos o más dispositivos y llevar siempre un cargador consigo, mantener un uso continuo en lugares y situaciones donde está prohibido su uso por el riesgo que implica, como por ejemplo caminando, conduciendo, dentro del cine o teatro u otros.
¿Cuáles alteraciones físicas pudieran evidenciar la presencia de este trastorno?
Agitación, irritabilidad, angustia, desorientación, taquicardia, alteraciones en la respiración, entre otros.
Glosario
Nomofobia es un acrónimo de la expresión inglesa «no–mobile-phone phobia”, que se refiere al miedo irracional y la ansiedad que sufren los usuarios de teléfonos móviles al permanecer un intervalo de tiempo sin su celular.