Carrera contra la enfermedad de Parkinson: congelarse, caer, o seguir caminando

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Publicado en: Hoy Digital
Autora: Dra. Awilda E. Candelario, Neuróloga internista. Departamento de Neurología del Hospital General de la Plaza de la Salud.

La enfermedad de Parkinson es un trastorno del movimiento, degenerativo y progresivo del sistema nervioso central, resultado de la pérdida de neuronas en la sustancia negra, produciéndose niveles reducidos de dopamina, mensajero químico, involucrado en el control del movimiento.

Por esta razón, el Parkinson afecta el movimiento y aparecen temblores,  rigidez  en las extremidades, problemas de equilibrio o dificultades al hablar.

Al volverse más pronunciados estos síntomas, presentan dificultad para caminar, caídas y congelamientos frecuentes limitando la vida cotidiana.

Se desconoce la causa exacta de la enfermedad; aunque algunos casos son hereditarios, la mayoría son esporádicos. Se cree que es probablemente el resultado de una combinación de susceptibilidad genética y exposición a uno o más factores ambientales.

Los investigadores han estudiado los genes de alfa-sinucleína. Se sabe que la exposición a toxinas ha causado síntomas parkinsonianos (la exposición a la MPTP, una droga ilícita, así como el metal manganeso). Líneas de investigación sugieren que las mitocondrias, componentes productores de energía celular, juegan un papel en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.

Se han identificado cambios relacionados con el estrés oxidativo, proteínas y las grasas, en los cerebros de los afectados con el Parkinson.

En los Estados Unidos, cerca de 60 000 personas son diagnosticadas con Parkinson cada año, y se ha visto que en los países desarrollados hay mayor incidencia de padecer este mal que afecta a 1 de cada 100 personas sobre 60 años a nivel mundial y que es 50 % más frecuente en hombres que en mujeres.

Ha resultado difícil establecer un número preciso de casos debido a que muchas personas que están en las etapas tempranas de la enfermedad suponen que sus síntomas se deben al envejecimiento.

Un factor de riesgo es la edad, sin embargo, alrededor del 5 al 10 % de las personas tiene una enfermedad de “inicio temprano” que comienza antes de los 50 años.  Algunos casos están vinculados a las mutaciones de genes específicos, como el gen de la parkina.

Quienes tienen uno o más familiares cercanos con Parkinson corren mayor riesgo, pues se estima que entre el 15 y 25 % de las personas con Parkinson tienen un pariente con la enfermedad.

 

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